Los rábanos, que suelen comerse crudos como parte de una ensalada, cuentan con otros muchos beneficios interesantes, aunque también poseen un inconveniente muy a tener en cuenta, y es que las personas con problemas de digestión deberían ingerirlos de forma moderada, ya que no es un alimento fácil de digerir.
Los rábanos son una de esas hortalizas que a pesar de su contenido en hidratos de carbono, siguen siendo bajas en calorías y ofreciendo un gran aporte de agua. Por otra parte, se destaca su buena cantidad de fibras, elemento ideal para el sistema digestivo y también para sentir sensación de saciedad.
Los rábanos tienen una gran concentración de vitamina C, la cual es un buen antioxidante. Junto con su contenido de metanetiol, un componente azufrado, el rábano es muy útil para prevenir el cáncer y ralentizar el crecimiento de células cancerígenas.